Eficiencia energética: aislamiento térmico en viviendas de madera

aislamiento térmico de casas con madera

Hemos vivido el verano más caluroso de la historia y parece que no va a ser el último. La crisis climática nos hace ser más conscientes de la importancia de la eficiencia energética en nuestras viviendas, tanto para mitigar el calor en verano como para protegernos del frío en invierno.

Un adecuado aislamiento térmico nos ayudará a reducir nuestra factura, y además estaremos contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Principios básicos de aislamiento térmico y su relevancia en la eficiencia energética

Mantener la vivienda a una temperatura adecuada puede suponer hasta un 40% del total de nuestro consumo de energía. Contar con un buen aislamiento térmico es una de las formas más eficaces de reducir ese gasto.

El aislamiento térmico es el conjunto de materiales y técnicas utilizados para reducir o evitar la transferencia de calor hacia otros espacios. Una de las mejores formas de lograr la eficiencia energética de una vivienda es la utilización de materiales sostenibles en su construcción o rehabilitación, pero existen otros aspectos que es importante tener en cuenta.

Uno de los principios más básicos es el de adaptarse a la climatología, algo que nuestros antepasados ya tenían presente. De hecho, las nuevas corrientes de arquitectura sostenible, como la arquitectura bioclimática o la arquitectura biofílica, defienden la importancia de adaptar las construcciones a las condiciones meteorológicas del lugar en el que se ubican y la utilización de materiales sostenibles, como la madera.

Seleccionar los materiales de aislamiento adecuados es uno de los fundamentos del aislamiento térmico. Deben ser materiales de baja conductividad térmica, es decir, que no permitan que el calor se transfiera fácilmente a través de él. Su espesor es otro elemento a tener en cuenta, ya que un mayor grosor consigue una barrera más efectiva frente a la transferencia del calor.

Dónde se colocan los materiales aislantes es otro de los principios básicos para lograr la eficiencia energética. Además de la envolvente del edificio, es fundamental aislar techos y suelos, y seleccionar con cuidado las puertas y ventanas. El objetivo es evitar los llamados puentes térmicos, los puntos o áreas de una estructura arquitectónica en los que la transferencia de calor es notablemente superior que en otros puntos.

La ventilación es un factor que no debe olvidarse, ya que evita la acumulación de humedad y los problemas de condensación, circunstancias que pueden afectar de manera muy negativa al aislamiento térmico de la vivienda.

Materiales aislantes para viviendas de madera

Uno de los materiales aislantes más eficientes es la madera, siendo, de hecho, el único material de construcción renovable. La madera destaca por su capacidad para absorber la humedad ambiental y, además, posee interesantes propiedades aislantes, lo que ayuda a reducir la transmisión de calor.

La madera se caracteriza por su rendimiento térmico natural, lo que hace que almacene calor y lo emita según las circunstancias. Así, las viviendas de madera tienen un buen comportamiento térmico, ya que en verano la madera emite el calor almacenado más lentamente, mientras que en invierno lo hace de una forma más rápida.

Aunque existen materiales específicos para funcionar como aislantes térmicos, es cierto que la madera tiene unas características muy interesantes en este sentido, por lo que también se utiliza en sistemas constructivos que permiten mejorar la eficiencia energética, como puede ser una fachada ventilada de madera.

 

Tipos de aislamiento y acondicionamiento térmico

Como hemos visto, los materiales aislantes deben tener una baja conductividad térmica. En la actualidad existe una amplia variedad de aislamientos térmicos. Algunos de ellos son:

  • Espuma de poliestireno expandido (EPS). Se trata de un material plástico espumado y rígido. Ofrece una buena resistencia térmica, es ligero y resistente a la humedad. Se utiliza en paredes, techos, suelos y cimientos.
  • Poliuretano proyectado. Es una espuma rígida que se utiliza como aislamiento térmico, acústico e impermeabilizante. Este material ligero y duradero tiene una buena adherencia a superficies irregulares, aunque debe ser aplicado por profesionales. Se usa en paredes, techos y suelos. Gracias a su versatilidad se puede utilizar tanto en nuevas construcciones como en renovaciones.
  • Poliestireno extruido (XPS). Se trata de una espuma de plástico rígido y ligero, que se caracteriza por su estructura celular cerrada, lo que le confiere sus propiedades aislantes. Es resistente a la humedad y a la comprensión, además de muy duradero y versátil. Se utiliza en muros, techos, suelos y sistemas de aislamiento de fachadas.
  • Lanas minerales. Este tipo de aislantes están formados por filamentos de materiales pétreos entrelazados que mantienen el aire inmóvil. Son productos naturales que además de un buen comportamiento térmico, ofrecen resistencia al ruido y al fuego. Pueden retener agua en su interior, así que deben emplearse en aplicaciones protegidas de un contacto directo con el agua.
  • Espumas flexibles. Las espumas elastométricas se fabrican a partir de caucho natural o sintético, que es procesado junto a otros componentes, dando lugar a un producto maleable con gran resistencia al vapor de agua. Estas espumas se utilizan en las instalaciones de calor y frío de los edificios.
  • Placas de yeso laminado. El yeso es un recurso sostenible utilizado en la construcción desde hace siglos. Las placas de yeso laminado proporcionan un elevado aislamiento térmico y acústico comparado con otros sistemas tradicionales. Se utiliza para realizar tabiques, techos, trasdosados y suelos.

 

Normativas y estándares relacionados con la eficiencia energética

Existen diferentes normas que regulan el ahorro energético en la construcción. Así, la Directiva Europea 2010/31/UE de Eficiencia Energética de los Edificios establece que todos los edificios de nueva construcción deben tener un consumo de energía casi nulo. En España el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE) establece las condiciones que deben cumplir las instalaciones destinadas a atender la demanda de bienestar térmico a través de equipos y sistemas de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria, para conseguir un uso racional de la energía.

 

Certificaciones energéticas

Una de las medidas establecidas en la legislación es la necesidad de certificar la eficiencia energética de los edificios. Así, desde hace años es necesario que cualquier vivienda que se venda o alquile cuente con un Certificado de Eficiencia Energética, en el que se indica el consumo energético anual que se realiza y se otorga una calificación de la A a la G, en función de la mayor o menor eficiencia de la vivienda.

En definitiva, una vivienda que cuenta con un buen aislamiento térmico será más eficiente desde el punto de vista energético. Esto nos permitirá no solo reducir nuestro gasto energético y, por tanto, nuestra factura, sino que también mitigaremos su impacto ambiental. No debemos olvidar que la implementación de prácticas de construcción sostenible, como la eficiencia energética, son fundamentales para frenar el cambio climático.

DH