La integración de elementos naturales y prácticas sostenibles en la arquitectura pueden transformar el impacto ambiental de los edificios. La corriente de diseño biofílico en proyectos arquitectónicos no solo mejora la eficiencia energética, sino también la calidad de vida de las personas y la protección del medioambiente.
En este artículo, exploramos en profundidad el vínculo entre el diseño arquitectónico y la sostenibilidad a través de la arquitectura biofílica, una de las principales tendencias constructivas que promueven el bienestar en los espacios habitados.
Tabla de contenidos
ToggleLa sostenibilidad en el diseño arquitectónico
El concepto “construcción ecológica” surgió en la década de los años 60 y se convirtió en una de las tendencias arquitectónicas con mayor relevancia. En un planeta superpoblado, donde el acceso a la vivienda y la emergencia climática son dos de los grandes retos, el diseño arquitectónico sostenible cobra cada vez mayor sentido.
Así surge el concepto de smart cities, un modelo de desarrollo urbano sostenible que hace de la ciudad un espacio inteligente y eficiente. La arquitectura sostenible se enmarca dentro de esta tendencia, empleando métodos constructivos y materiales respetuosos con el entorno.
Los principales pilares de este enfoque arquitectónico son los siguientes:
- Reducir el uso de recursos naturales para reducir el impacto ambiental de las edificaciones.
- Apostar por la iluminación natural y las fuentes de energías renovables para alcanzar mayor eficiencia energética.
- Minimizar la huella ambiental de la estructura, utilizando materiales respetuosos con el medioambiente.
- Priorizar los materiales locales y los que consuman menos energía durante su fabricación y transporte.
- Incorporar sistemas de aislamiento y ventilación que reduzcan la necesidad de usar calefacción y refrigeración.
- Implementar sistemas para aprovechar los desechos y promover su reutilización.
En definitiva, la arquitectura sostenible busca eficiencia energética y confort. Para ello, se tiene en cuenta la orientación del edificio, la hidrografía y los ecosistemas circundantes.
¿Qué es la arquitectura biofílica?
Las prácticas constructivas respetuosas con el entorno van un paso más allá con la arquitectura biofílica, que promueve el bienestar de las personas en las ciudades.
Hace apenas un siglo, las grandes ciudades comenzaron a llenarse de rascacielos y asfalto. Era todo un signo de modernidad y tecnología, pero en este proceso la naturaleza se fue alejando del entorno urbano.
Actualmente, conocemos los perjuicios de las emisiones contaminantes y de vivir rodeados de asfalto. Este es el punto de partida de la arquitectura biofílica, que busca crear espacios respetuosos con la naturaleza y con los procesos vitales.
Este tipo de proyectos se integran en el entorno, recurren a materiales naturales de bajo impacto ecológico y generan ambientes saludables. Las principales premisas de la arquitectura biofílica son las siguientes:
- Respetar el entorno natural, incluyendo el ciclo del agua y la biodiversidad.
- Organizar los espacios con un enfoque humano.
- Emplear sistemas constructivos de bajo impacto ecológico.
- Tener en cuenta la calidad del aire, los niveles de toxinas y la ventilación.
- Aprovechar la luz y calor natural del sol y la renovación de aire natural.
- Diseñar los espacios con vistas internas y externas de la naturaleza.
- Utilizar materiales naturales y libres de tóxicos.
El diseño biofílico en proyectos arquitectónicos tiene como objetivo garantizar el bienestar de las personas, generando ambientes saludables y sostenibles.
¿Cómo se aplica el diseño biofílico en la arquitectura?
Los conceptos de la arquitectura biofílica se pueden aplicar a los espacios de trabajo, viviendas, entornos hospitalarios, etc. Además de los factores constructivos, existen otros elementos que contribuyen al bienestar y que pueden incorporarse al interiorismo, tales como:
- Muebles elaborados con materiales naturales y ecológicos.
- Madera en el diseño de interiores para maximizar el confort.
- Textiles de fibras naturales, como algodón, lino o yute.
- Plantas y elementos decorativos naturales, como troncos o bambú.
- Combinación de luz natural dinámica y difusa.
- Conexión visual con la naturaleza en interiores y exteriores.
- Colores, formas y patrones decorativos propios de la naturaleza.
- Espacios al aire libre como patios, terrazas o porches.
El diseño biofílico se basa en patrones naturales que aportan beneficios a la salud y al planeta.
Los patrones de diseño biofílico
La consultoría ambiental Terrapin Bright Green elaboró en 2014 uno de los principales estudios sobre arquitectura, sostenibilidad y bienestar. En él, se desglosan los 14 patrones del diseño arquitectónico biofílico:
- Contacto visual directo con elementos de la naturaleza.
- Estímulos auditivos, táctiles y olfativos para una relación positiva con la naturaleza.
- Estímulos sensoriales no rítmicos y conexiones efímeras con la naturaleza.
- Sutiles variaciones térmicas y de corrientes de aire.
- Presencia de agua para mejorar la percepción del espacio.
- Luz dinámica y difusa que recrea las condiciones de la naturaleza.
- Conexión con sistemas naturales, especialmente las estaciones.
- Formas, texturas, contornos y patrones biomórficos.
- Materiales y elementos que reflejan la ecología y geología propia del lugar.
- Complejidad y orden que recrea la jerarquía de la naturaleza.
- Visión panorámica para una correcta vigilancia y planificación.
- Creación de sensación de refugio y protección.
- Sensación de misterio mediante dispositivos sensoriales que atraen a la persona.
- Facilidad para identificar posibles riesgos o amenazas.
Todos estos patrones hacen referencia a representaciones orgánicas de la naturaleza y se pueden plasmar en mobiliario, decoración, textiles y otros elementos.
Beneficios de la integración de la naturaleza en la arquitectura
El contacto con entornos naturales influye positivamente en la salud física, emocional y cognitiva de las personas. Además, el diseño biofílico aporta muchos más beneficios.
Estas son algunas ventajas de integrar la naturaleza en la arquitectura:
- Reduce la huella de CO2 de los edificios.
- Promueve la conservación de la biodiversidad.
- Aporta mayor eficiencia energética.
- Mejora de la calidad del aire interior y exterior.
- Reduce el efecto isla de calor en las ciudades.
- Agrega estética y belleza a los espacios urbanos.
- Minimiza la contaminación acústica.
- Contribuye a optimizar la gestión del agua.
- Proporciona un entorno más saludable.
En definitiva, las personas que viven en entornos basados en los criterios de la arquitectura biofílica tienen mayor calidad de vida, menos estrés, más concentración y productividad. La integración de la naturaleza en las ciudades es, sin duda, la mejor opción para el futuro.