El tiempo dirá si estamos viviendo la era del despertar ambiental. Lo que sí es cierto es que cada vez son más las personas y organizaciones conscientes de que vivimos en un planeta herido. Los edificios consumen un 40% de la energía en Europa y son responsables de la emisión del 36% de CO2. En ese contexto, la Unión Europea ya trabaja en una normativa que obligue a que los nuevos edificios sean cero emisiones en 2030 y el conjunto de las edificaciones en 2050. La construcción sostenible y los materiales ecológicos, como la madera de castaño, constituyen una de las principales herramientas para lograrlo.
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ToggleUsos de la madera de castaño en construcción sostenible
La madera de castaño tiene múltiples usos en la construcción de edificios y se ha venido utilizando a lo largo de los siglos. Nuestros antepasados ya eran conocedores de las excelentes cualidades del castaño y lo empleaban en las estructuras de las cubiertas de los edificios, en el revestimiento de paredes o incluso para construir barcos.
Con el tiempo, su uso fue perdiendo relevancia debido a diferentes circunstancias, como el éxodo rural, o la preferencia por otros materiales en la búsqueda de una mayor rentabilidad en el corto plazo. Pero las nuevas tendencias de construcción sostenible han recuperado la madera de castaño debido a su duración, resistencia y reducida huella de carbono, sin olvidar su calidez, belleza y elegancia.
Resistencia y durabilidad: rasgos clave
La resistencia y la durabilidad son dos de las principales características de la madera de castaño. Se dice que la madera de castaño es poco nerviosa, ya que tiene una gran estabilidad dimensional y un comportamiento notable ante los cambios de humedad y temperatura, por lo que es adecuada para su uso en exterior. De la durabilidad y resistencia de la madera de castaño dan buena cuenta los tradicionales hórreos asturianos, algunos de los cuales tienen más de 400 años. Toda una historia en madera.
Contribuciones a la sostenibilidad ambiental
Las nuevas corrientes de arquitectura sostenible abogan por la integración de las tecnologías más avanzadas con materiales renovables, como la madera. Un edificio sostenible es más respetuoso con el medio ambiente, porque en su construcción se emplean materiales de bajo impacto ambiental. Además, se tienen en cuenta otras cuestiones como la iluminación natural, la orientación, la ventilación o la accesibilidad. Todos estos factores hacen no solo que su impacto medioambiental sea menor, al ser más eficientes desde el punto de vista de la eficiencia energética, sino que también son viviendas más agradables en las que se prioriza el bienestar de sus habitantes y la sostenibilidad social.
Ecoeficiencia y bajas emisiones de carbono
Los bosques tienen un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. En el proceso de la fotosíntesis los árboles absorben el CO2 del aire y lo transforman, fijando el carbono en madera para su crecimiento y devolviendo el oxígeno a la atmósfera. Por tanto, la madera es el material de construcción que menos energía consume durante su transformación, y además actúa como sumidero de CO2.
Una de las características de la madera de castaño es su reducida huella de carbono. Un metro cúbico de tabla de castaño emite a la atmósfera 384 kilos de CO2 y una tonelada de CO2.
No obstante, es importante señalar que la huella de carbono de cualquier árbol va a depender de cómo se gestiona el bosque o cómo se utiliza la madera, entre otros factores. Por eso, es fundamental seleccionar madera procedente de una gestión forestal sostenible.
Uso responsable de recursos naturales
Existen diferentes certificaciones de sostenibilidad en madera de castaño, que acreditan que proviene de bosques gestionados de manera responsable y sostenible. En nuestro país, las dos principales certificaciones son PEFC España, la rama española del Programa de Reconocimiento de Certificación Forestal (PEFC), y la certificación FSC®.
Las certificaciones PEFC atestiguan que los productos derivados de la madera tienen su origen en bosques gestionados de forma sostenible. Por su parte, cuando un producto tiene el sello FSC® significa que ha sido producido y obtenido de forma responsable y respetuosa con el medio ambiente. Ambos sellos tienen objetivos similares. La principal diferencia está en las organizaciones que las respaldan.
Como hemos visto, las características naturales de la madera de castaño hacen de este material una opción muy apreciada en la construcción sostenible. Así, la nobleza de la madera de castaño no solo permite lograr resultados visualmente muy atractivos, sino que también contribuye significativamente a la construcción sostenible, el bienestar social, la reducción de los gases de efecto invernadero, el cuidado del medio ambiente y la preservación de nuestro planeta para las generaciones futuras.