Análisis y perspectivas de los bosques en el territorio español

bosques en españa

La superficie forestal en España ha aumentado en las últimas décadas. Según datos del Banco Mundial, ha pasado de ocupar un 27,65% del territorio en 1990 a un 36,8% en 2016. Aunque la tendencia es positiva, los bosques en España afrontan diferentes desafíos que es necesario abordar y que pasan por una gestión forestal sostenible.

 

El estado actual de los bosques en España

Los bosques juegan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático, son fuente de energías renovables y productos sostenibles, y suponen una parte importante de la llamada bioeconomía circular.

 

Extensión y diversidad forestal

El estado de los bosques en España es bueno. La superficie forestal en nuestro país es de 27,96 millones de hectáreas, lo que supone un 55% del total del territorio nacional. La superficie forestal arbolada ocupa 18,46 millones de hectáreas, mientras que la superficie forestal desarbolada (el terreno poblado con matorral o pastizal) abarca 9,49 millones.

España es el segundo país de la Unión Europea con mayor superficie forestal, aunque el tercero en arbolada, y está considerado como el país con mayor biodiversidad de Europa.

 

Tipos de bosques y su distribución geográfica

Si nos fijamos en la distribución por especies, el 55% de la población arbolada está ocupada por bosques de frondosas, el 37% por coníferas y el 8% por masas mixtas. En cuanto a su distribución geográfica, en la mitad oriental predominan las coníferas (pinos o abetos), y en la mitad occidental las especies de frondosas (castaños, robles o encinas).

Las diferentes variedades de pino están presentes en todo el territorio. En la cornisa Cantábrica destaca la presencia del pino pináster y silvestre, mientras que en el Mediterráneo encontramos las variedades de pino carrasco y salgareño. En el oeste predomina la encina y en toda la Cornisa Cantábrica es reseñable también la masa arbórea de los hayedos.

La riqueza arbórea, que se calcula a partir de todas las especies en una parcela, se concentra en el País Vasco, pre Pirineo, Cataluña, sur del Sistema Ibérico y las sierras de Cádiz y Cazorla. Por otra parte, la riqueza arbustiva es mayor en las zonas con menor densidad arbórea y clima mediterráneo seco. Asturias destaca por su riqueza arbórea y en ella podemos encontrar castaños, robles, hayas, eucaliptos, pinos pináster y radiata, fresnos o encinas.

Las provincias del norte de España concentran el mayor volumen maderable debido a la abundante presencia de especies productivas, como el eucalipto, el pino insigne y pino pináster.

 

Factores de amenaza y conservación

Una de las principales amenazas para el mantenimiento de la biodiversidad en los bosques españoles son los incendios. Aunque en 2018 la superficie forestal afectada por el fuego registró su cifra más baja (25.165 hectáreas), en los cinco primeros meses de 2023 se han quemado más de 47.000 hectáreas, casi el triple que en el mismo periodo del año anterior.

No podemos olvidar otros factores que suponen una amenaza para nuestros bosques, como el cambio climático, una gestión de los bosques deficiente, o las enfermedades de la madera. En este contexto, una gestión forestal sostenible es clave para la conservación forestal en España.

 

Desafíos ambientales y sociales

Los bosques y los árboles son fuente de vida. Entre los múltiples beneficios de los bosques podemos destacar su papel en la lucha contra el cambio climático, ya que absorben dióxido de carbono y devuelven oxígeno a la atmósfera. Además, proporcionan una gran parte del agua potable que consumimos y son proveedores de energía sostenible, a través de la biomasa. No podemos olvidar tampoco su papel como espacio para el ocio y disfrute. Por todo ello, es fundamental desarrollar políticas que permitan superar las amenazas para la conservación de los bosques.

 

Cambio climático y su impacto en los bosques

La combinación de calor y sequía propia del cambio climático tienen un impacto innegable en los ecosistemas forestales de todo el mundo, ya que esto puede hacer que disminuyan las reservas de carbono, comprometiendo el papel de los bosques como ‘almacenes’ de carbono. Como sabemos, las masas arboladas y la madera tienen la capacidad de reducir las emisiones y almacenar el C02, lo que constituye una herramienta fundamental en la lucha contra el cambio climático. Aunque la tendencia en España es buena, hay que tener en cuenta que la superficie forestal en todo el mundo ha descendido un 3,13% desde los años setenta.

 

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Explotación sostenible y gestión forestal

Una gestión forestal sostenible es imprescindible para garantizar la supervivencia de nuestros bosques. Es necesario también un cambio en el modelo de consumo con una apuesta clara por productos respetuosos con el medio ambiente. Todo ello, nos permitirá reducir la contaminación y encaminarnos hacia la bioeconomía circular.

La explotación sostenible de los recursos naturales permite no solo el mantenimiento del ecosistema, sino que también ayuda a fijar población en las zonas rurales. Es decir, no tiene únicamente una función ecológica, sino también económica y social.

Una forma de asegurarnos de que los productos proceden de una explotación sostenible es la madera certificada siendo los sellos PEFC y FSC® los más difundidos actualmente.

 

Biodiversidad y hábitats forestales

Como ya hemos visto, España se caracteriza por su biodiversidad y gran variedad de hábitat. La regeneración natural de los espacios forestales es una de las herramientas para el mantenimiento de los ecosistemas forestales, pero debe ir acompañada de la repoblación. En este sentido, y tal como destacan los expertos, es fundamental hacer un seguimiento de las repoblaciones para que no se pierdan y mantener la masa arbórea repoblada en óptimas condiciones. Por tanto, una política forestal bien planificada es necesaria para mantener y fortalecer nuestra biodiversidad.

 

Políticas y estrategias de conservación forestal

Las políticas forestales en España se basan en tres pilares: las leyes y normativas, los instrumentos de planificación forestal, como la estrategia forestal o el Plan Forestal Español 2022-2032, y las herramientas para la implementación de las medidas de gestión forestal sostenible.

La superficie sujeta a planes de gestión forestal es de 2,9 millones de hectáreas, lo que supone un 10,5% del total de la superficie forestal. A esto hay que añadir que la mayoría de dicha superficie (2 millones de hectáreas) es de titularidad pública. Por tanto, incrementar ese porcentaje es una prioridad para la conservación de nuestros bosques.

La economía forestal en España tiene un peso importante. Según las cifras del INE recogidas por UNEmadera, la industria de aprovechamiento y transformación de la madera y el mueble da empleo a cerca de 150.000 personas. La superficie disponible para el suministro de madera y leña en nuestro país es de 14,9 millones de hectáreas y la tasa de extracción es de un 41%, muy por debajo de la media europea, que es del 69%.

En definitiva, las perspectivas de los bosques en España son positivas, aunque es necesario reforzar las políticas y estrategias de conservación para mitigar los efectos del cambio climático, reforzar y ampliar la gestión forestal sostenible y trabajar en un cambio de modelo productivo en el que prevalezca el consumo de bienes respetuosos con el medio ambiente.

DH