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¿Cómo prevenir incendios forestales?

Foto de un Bosque en el que se han tomado medidas para prevenir incendios

La prevención de incendios forestales debe ser una responsabilidad compartida entre todos: administraciones, propietarios forestales y ciudadanía.

Cada año, especialmente durante los meses estivales, nuestros bosques se enfrentan a incendios que devastan miles de hectáreas de vegetación. Aunque 2024 presenta las cifras más bajas de la década: (6.134 incendios forestales, frente a una media anual de 9.500) y la segunda menor superficie afectada (47.000 hectáreas), se debe mantener y seguir reforzando la prevención.

Para saber cómo prevenir los incendios forestales, resulta esencial conocer las causas y adoptar medidas preventivas adecuadas.

Causas

Según datos de la AEMET, el último invierno fue “muy cálido”, es la primera vez, desde 1961, que una estación es más cálida de lo normal durante siete años consecutivos.

Se prevé en este siglo se reduzca la cantidad media anual de precipitación que recibe España.

El aumento de las temperaturas provocará la extensión de los climas áridos, lo que incrementará el riesgo de incendios y la exposición al calor, según el informe CLIVAR-Spain 2024.

¿Por qué se producen los incendios forestales?

Estos siniestros tienen orígenes diversos que podemos clasificar en dos grandes categorías: factores naturales y factores relacionados con la actividad humana.

  1. Entre las causas naturales, los rayos durante las tormentas eléctricas representan el principal factor desencadenante.
  2. La mayoría de los incendios están vinculados directa o indirectamente a la acción humana. El último informe con datos consolidados publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico:
    • Más del 50% de los siniestros registrados fueron intencionados.
    • Más de un 25% se debieron a descuidos y causas accidentales (Quemas agrícolas mal controladas, abandono de colillas encendidas, uso inadecuado de maquinaria que genera chispas o barbacoas en zonas no habilitadas pueden desencadenar incendios).

Por otro lado, el cambio climático, la despoblación rural y el abandono de prácticas tradicionales de gestión del territorio está modificando significativamente las condiciones de los bosques y favorecen la propagación de incendios.

Medidas de prevención de Incendios

  1. La educación ambiental representa un pilar fundamental en la estrategia contra los incendios forestales. Programas formativos para concienciar sobre los riesgos y fomentar comportamientos responsables. Las campañas de sensibilización, especialmente intensificadas durante los meses de mayor riesgo, contribuyen a crear una cultura preventiva entre la ciudadanía.
  2. Las administraciones públicas establecen normativas específicas para regular actividades en entornos forestales. Estas incluyen la prohibición de realizar quemas, limitaciones en el uso de maquinaria o restricciones de acceso a determinadas zonas. El cumplimiento de estas regulaciones resulta esencial para minimizar los riesgos, por lo que los sistemas de vigilancia y control juegan un papel determinante.
  3. Los dispositivos de vigilancia combinan medios tradicionales, como torres de observación y el patrullaje de agentes forestales, con tecnologías avanzadas como drones, cámaras térmicas y sistemas de detección temprana. Esta vigilancia permite identificar focos incipientes y actuar con rapidez antes de que el fuego adquiera grandes dimensiones.
  4. En el ámbito rural y forestal, la adopción de buenas prácticas resulta imprescindible para la prevención de incendios en el monte. Se deben mantener cortafuegos y fajas de seguridad libres de vegetación. La selección de especies menos inflamables para reforestaciones, como alternativa a pinos, abetos o eucaliptos, reduce significativamente el riesgo de propagación en caso de incendio.
  5. La gestión forestal desde es la planificación y administración de los bosques y terrenos forestales de una forma sostenible, constituye una herramienta valiosa para la prevención de incendios.

El papel de la gestión forestal

Las actuaciones silvícolas como clareos, podas y entresacas permiten reducir la densidad de vegetación y disminuir la continuidad del combustible, dificultando así la propagación del fuego.

Los tratamientos preventivos incluyen la creación y mantenimiento de áreas de cortafuegos estratégicamente ubicadas, que fragmentan el territorio forestal y facilitan el control de posibles incendios.

Las quemas prescritas, realizadas bajo condiciones controladas por personal especializado, permiten eliminar combustible acumulado y crear discontinuidades en la vegetación, reduciendo el riesgo de grandes incendios.

La planificación territorial integrada, que contempla la prevención de incendios como un elemento transversal. Esta planificación debe considerar aspectos como la distribución de usos del suelo, el diseño de infraestructuras de defensa contra incendios y la regulación de actividades en zonas de interfaz urbano-forestal.

La valorización de productos forestales, como la madera sostenible, puede contribuir a financiar actuaciones preventivas y fomentar el mantenimiento adecuado de los bosques. Un monte gestionado de forma sostenible minimiza el riesgo de incendios, sino que también proporciona beneficios económicos, sociales y ambientales para las comunidades locales. Vender madera procedente de una gestión forestal sostenible contribuye a la economía local y favorece la conservación de los bosques, al incentivar su cuidado y renovación continua.

Comprometidos con la prevención: cuidemos nuestros montes

Como hemos visto, gestión forestal y prevención de incendios son dos conceptos íntimamente ligados. Pero la protección de nuestros espacios forestales requiere un compromiso activo por parte de toda la sociedad.

Todos, desde las personas que visitan el monte de forma esporádica, las comunidades rurales, los propietarios de viviendas en entornos forestales, cuerpos de emergencia hasta las diferentes administraciones son clave e imprescindibles para una prevención de incendios eficaz.

Los bosques nos proporcionan servicios ecosistémicos esenciales: regulan el ciclo del agua, protegen el suelo, albergan biodiversidad y mitigan el cambio climático. Preservarlos mediante estrategias preventivas eficaces no solo evita pérdidas económicas y ecológicas inmediatas, sino que garantiza la continuidad de estos beneficios para las generaciones futuras.

La prevención de incendios forestales representa un desafío complejo que requiere la implicación de todos los sectores de la sociedad.

DH