La madera en exteriores sigue siendo un clásico atemporal en el mundo de la decoración. Su uso en tarimas, revestimientos, muebles o estructuras se mantiene como la opción favorita. ¿Por qué? Por su resistencia y durabilidad excepcionales.
En este post, exploraremos las razones por las que la madera continúa siendo, año tras año, un recurso natural invaluable para embellecer nuestros espacios. Además, nos detendremos en los tratamientos de la madera más efectivos para prolongar su vida útil y mantener su belleza a lo largo del tiempo.
¿Por qué es importante elegir la madera adecuada para exteriores?
Actualmente, el mercado ofrece un amplio abanico de especies de madera, pero más allá de su estética, lo fundamental es analizar sus características estructurales. No se trata solo de elegir por el acabado; es importante conocer a fondo la calidad del material que vamos a emplear.
Elementos como la especie, el tamaño, la presencia de nudos, la alineación de las fibras y las posibles fisuras son claves para determinar su resistencia. Estos factores nos aseguran que estamos seleccionando la madera más afín a nuestras necesidades, ya sea para proyectos al aire libre o en la rehabilitación de edificios.
Principales tipos de madera para exteriores
Para la elección de madera destinada a exteriores, es imprescindible tener en cuenta una serie de referencias que permitan determinar qué tipo de madera ofrece un mejor desempeño frente a las condiciones meteorológicas y el paso del tiempo.
A continuación, presentamos una selección de las especies más populares, respaldada por nuestra valoración técnica y experiencia en el sector.
Maderas tropicales: teca, ipé y cumaru
Las maderas tropicales son conocidas por su excepcional durabilidad y resistencia a las condiciones climáticas adversas. La teca, proveniente de Indonesia, es especialmente reconocida para aplicaciones exteriores, llegando incluso a ser utilizada en la construcción de embarcaciones. Este tipo de madera produce una resina antiséptica por lo que no necesita ningún tratamiento protector y/o selladores.
Por otro lado, el ipé, proveniente de América del Sur, se presenta como otra opción excelente para exteriores. Su uso es común en la fabricación de tarimas debido a su alta resistencia a la humedad y a los insectos, así como su buena respuesta al fuego. Sin embargo, su dureza y densidad la convierten en un material algo complicado de trabajar.
El cumaru, conocido también como «teca brasileña», destaca por su impresionante resistencia al fuego, comparable a la del acero o el hormigón. Su cálido tono marrón y su durabilidad la convierten en una elección ideal para terrazas y otros proyectos al aire libre.
Maderas coníferas: cedro y pino tratado
Las maderas de coníferas son una opción más económica y ampliamente disponible para proyectos de exterior. El cedro es valorado por su resistencia natural a la descomposición y su aroma distintivo. Es ideal para revestimientos de fachadas y cercas debido a su capacidad para soportar la intemperie.
En esta misma línea, el pino tratado es otra opción popular y asequible. Mediante un proceso de tratamiento en autoclave, se mejoran significativamente sus propiedades naturales, haciéndolo más resistente a los agentes externos. Se trata de una excelente elección para estructuras de exterior como terrazas y pérgolas.
Maderas duras: roble y iroko
El roble es una madera dura tradicional que se ha utilizado en exteriores durante siglos. Su densidad y durabilidad la hacen resistente a la intemperie, aunque requiere un mantenimiento regular para conservar su aspecto original.
El iroko, conocido como la «teca africana», es una madera dura tropical que ofrece una excelente resistencia a la putrefacción y a las plagas. Su color dorado, que se oscurece con el tiempo, le da un atractivo estético único. Esta especie de madera es ideal para mobiliario de exterior y revestimientos debido a su durabilidad y bajo mantenimiento.
Maderas semi-duras: castaño.
El castaño es otra de las maderas altamente recomendadas. Su facilidad de mecanización la hace muy manejable, y se destaca por su resistencia en entornos con variaciones de temperatura y humedad. Esto se debe a su bajo comportamiento nervioso, con un índice de contracción volumétrica de solo 0,39%, lo que garantiza que su forma y dimensiones se mantengan estables durante su uso.
Factores de resistencia en la madera de exteriores
La exposición a elementos como la humedad, los cambios de temperatura y la radiación solar puede tener un impacto significativo en el rendimiento y la longevidad de la madera. Veamos cómo pueden afectar estos aspectos:
Resistencia a la humedad y al agua.
La humedad es uno de los principales enemigos de la madera en exteriores. Una exposición constante a la humedad puede causar que la madera se pudra o se deforme con el tiempo.
Para mejorar la resistencia a la humedad, existen tratamientos como el autoclave, que implica la aplicación de sales de cobre para proteger las células de la madera. Otra opción es la madera acetilada, un método innovador que mantiene las propiedades de resistencia de la madera mientras mejora su capacidad para repeler el agua.
Resistencia a los cambios de temperatura y radiación solar.
Los cambios bruscos de temperatura y la exposición prolongada a la radiación solar pueden causar daños significativos a la madera en exteriores. La radiación ultravioleta (UV) del sol puede provocar la fotodegradación de la madera, alterando sus propiedades y color original.
Si se busca proteger la madera de los efectos de la radiación UV, es recomendable aplicar productos con filtros solares. Estos productos forman una capa protectora que ayuda a prevenir la decoloración y el deterioro de la madera. Algunos barnices marinos, por ejemplo, incorporan un doble filtro solar que no solo absorbe los rayos UV, sino que también atenúa la acción de la radiación infrarroja.
Es importante tener en cuenta que los cambios de temperatura también pueden causar que la madera se dilate o contraiga, lo que puede llevar a la formación de grietas. Una manera de minimizar estos efectos es elegir maderas con buena estabilidad dimensional y aplicar acabados que permitan cierta flexibilidad.
Tratamientos para prolongar la durabilidad: Aceites, barnices y lacas.
Como hemos mencionado previamente, para conservar la madera en buenas condiciones se recomienda aplicar tratamientos específicos que la resguarden de la humedad, los rayos UV y los agentes externos. En este caso, los lasures o protectores decorativos son una gran opción, ya que penetran en las fibras de la madera sin cerrar el poro permitiendo que respire. Estos productos ofrecen protección contra los hongos y los rayos UV, además de estar disponibles en versiones incoloras o con tonos que realzan la belleza natural de la madera.
Otra alternativa eficaz son los aceites, como el aceite de teca, que nutren e impermeabilizan la madera. Estos tratamientos no solo protegen contra la humedad, sino que también realzan el tono natural de la madera, proporcionando un acabado satinado y agradable al tacto.
No obstante, uno de los mejores tratamientos para la madera exterior es el uso de una limpieza regular para mantener la madera en óptimas condiciones. Por ejemplo, barrer con frecuencia para evitar la acumulación de suciedad y utilizar una solución de jabón pH neutro y agua para limpiar la superficie.
Madera y estética: creando espacios modernos al aire libre
Sin duda, la madera en exteriores es un material versátil que ha sobrevivido a todas las modas y estilos en decoración y diseño, gracias a su calidez natural y adaptabilidad. Al ser un recurso renovable y biodegradable, la madera para terrazas y jardines se ha convertido en una opción eco-amigable para quienes buscan crear espacios sostenibles al aire libre.
Diseños con madera en terrazas y jardines.
La madera se adapta a una amplia variedad de estilos de diseño, ya sea que prefieras un ambiente rústico o un estilo más contemporáneo. En estos últimos años, una tendencia popular en el diseño de exteriores es la incorporación de elementos naturales como piedras y plantas para crear un ambiente más orgánico y relajado.
Uso de la madera en pérgolas, muebles y revestimientos.
Las pérgolas de madera son una adición elegante y funcional para cualquier espacio exterior, ofreciendo un refugio contra el sol. Además de ofrecer sombra, crean un microclima perfecto para las zonas de descaso. Puedes optar por pérgolas de madera clásicas, que representan un homenaje a la artesanía tradicional, o pérgolas modernas con un enfoque en la simplicidad y la funcionalidad.